La mujer que elija el vestuario de diablita es puro fuego. El rojo y el negro son los colores más sensuales que existen. En este caso, STHEPHANIE VENTURO, nuestra diablita que inaugura esta sección de fotos e historias, es una muchacha angelical, pero hace diabluras en el escenario (sea en El Aguaje de Puente Piedra, acompañando a cualquier orquesta salsera, en algún restaurante campestre o en cualquier casino, donde la hemos visto en acción). Como todas las diablas, ella pueden conducirnos al pecado. Y cuidado que alguien ose acercarse a ella con malas intenciones: la diablita siempre tendrá un trinche en las manos, su arma secreta, para hincarnos y darnos vueltas como si fuéramos un tallarín. Es cierto que cuando Sthephanie baila es un infierno diabólico, sí, porque nos hace subir la fiebre cuando se coloca en la jaula y da rienda suelta a ese ritmo que también ha aparecido en televisión, en el programa de La Movida. No hay otra diablita mejor que ella: por algo en este mes de marzo 2019, el diario El Trome la publicó como Malcriada con su vestuario rojo y sus cachitos diabólicos. Las que deseen bailar bien y seducir mejor, vean a Sthephanie en acción y aprendan. Y lo más importante: esta diabla peruana, de cuerpo de infarto, todo lo consigue con la fuerza de su sonrisa. Nunca, desde que la conocemos, ha dejado de sonreír. Ya la veremos pronto y le obsequiaremos el chocolate de costumbre a nuestra diablita mayor, la única Venturo que nos hace la vida más venturosa cuando ella baila.
Las bellas bailarinas y cantantes inspiran muchas historias. Aquí presentamos algunas de ellas. Y estaremos informando también sobre diversos shows, tanto en Lima como en el interior del país. Fotos y textos: Juan Martín Ochoa
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